¿Debe la ficción abordar explícitamente el cambio climático para que hablemos de cine y clima? ¿Hay espacio en la conversación para lo evocador o lo simbólico? Los espectros de la crisis climática y las consecuencias de nuestra inacción se encuentran más presentes que nunca en el inconsciente colectivo. El clima, hoy, lo atraviesa todo: nuestra producción cultural, nuestros planes de futuro y la ansiedad que enciende o paraliza nuestra actividad política. Este mes de abril, CineZeta le dedica su pantalla al clima, pero sin fabular ni lanzarse a los brazos de la catástrofe, o no directamente. Proponemos cinco películas que, desde lo poético, lo íntimo o lo espectacular, mirando a la naturaleza, la cultura fósil o la amenaza de guerra nuclear, nos devuelven una imagen del antropoceno que obliga a buscar: sentidos, soluciones comunitarias o prácticas posibles de resistencia cultural dentro y fuera del cine.