Bienvenidos a Piatra Neamt, Rumanía. En una pequeña oficina cerca del Ayuntamiento, la gente hace cola para hacer su reclamaciones al único miembro del personal presente. Comienza así un juego, seguido de cerca por la cámara, en el que todos miran y sus expresiones se convierten en una alegoría del poder. Absurdo, trágico, cómico y al mismo tiempo muy serio, este documental tiene un aire a Ionesco.