Un estudiante de Montevideo recibe la noticia de que su padre a muerto en plena huelga universitaria. Viaja a Salto para el entierro para descubrir que hereda un rancho hipotecado, un perro viejo, y una casa en la ciudad con una amante que pretende quedarse con el lugar instalándose bajo el mismo techo que el joven. Una historia de desarraigo y de reconstrucción personal, una metáfora sobre el país heredado y la juventud que en algún momento debe hacerse cargo.