El director Sami Mermer vuelve a su pueblo Kurdo de la Anatolia para reencontrase con familiares y vecinos. El pueblo está habitado mayoritariamente por mujeres cuyos maridos emigraron y no han vuelto. Un retrato honesto y lleno de fuerza de los efectos del éxodo masivo en la vida cotidiana de un grupo de mujeres independientes que se sobreponen al abandono con trabajo, resentimiento y humor.
MENCIÓN ESPECIAL DEL JURADO COMPETICIÓN INTERNACIONAL DE LARGOMETRAJE