Esta película habla de resistencia. Es la historia de un corredor de larga distancia cuyo viaje le transformó en símbolo de un movimiento de liberación nacional. Salah Ameidan arriesga su vida, su carrera, su familia y su nacionalidad al representar a un país que no existe. Él es del Sahara Occidental, bajo ocupación marroquí desde 1975.
Salah creció en el Sahara. Cuando tenía 14 años fue obligado, mediante amenazas, a unirse al equipo atlético de Marruecos. Fue tres veces campeón de cross del país y subcampeón de África. Hasta que en 2003, al ganar una carrera en Francia, entró en la meta sosteniendo una bandera del Sahara Occidental. Su vida acababa de cambiar por completo.