Durante los años 60 y 70 se abordaron en el entorno de Roma y al amparo de la Ley 167/62 proyectos urbanísticos extraordinariamente ambiciosos en lo que respecta tanto al número de viviendas proyectadas como a la calidad misma de los proyectos.
La suma de factores, ideológicos, proyectuales, políticos y económicos da como resultado obras de gran valor arquitectónico y urbano que sin embargo y en muchos casos antes incluso de su finalización empezarán a mostrar rápidamente situaciones problemáticas especialmente allí donde más énfasis e interés habían depositado sus creadores, esto es en la creación de una nueva sociedad que se beneficiara de una nueva concepción del espacio urbano.
Roma 167/62 quiere explorar precisamente la discordancia entre los planteamientos ejemplares que conducen a la concepción y ejecución de estos desarrollos urbanos y sus resultados decepcionantes.