En esta performance multimedia, inspirada en la tradición del teatro de sombras indonesio conocido como Wayang Kulit, los personajes son representados por siluetas articuladas, manipuladas encima de una base retroiluminada.

La escenografía utiliza como recurso principal la manipulación de arena sobre esta superficie, creando dibujos y texturas que sugieren espacios y ambientes visuales. Las escenas resultantes se captan en vídeo, tratadas de forma electrónica, y luego proyectadas en una pantalla.

Según la mitología griega, después de que Zeus creó a los seres terrestres, le tocó a Prometeo y su hermano Epimeteo la obligación de atribuir a cada animal dones y aptitudes naturales variados: algunos reciben alas, otros patas veloces, garras afiladas, caparazones protectoras... Cuando llegó el turno del hombre, que debía ser superior a los demás animales, Epimeteo ya había agotado todos los recursos. Su hermano Prometeo, entonces, robó el fuego, que sólo los dioses detenían, asegurando así la superioridad de los hombres sobre los otros animales. Prometeo es castigado por el padre de los dioses; éste ordena a Hefestos que lo encadene en el Monte Cáucaso, donde todos los días un águila le devoraría el hígado que se iba eternamente regenerando. 

Zeus también castiga a la Humanidad recién nacida, creando a la mortal Pandora y enviándola como novia a Epimeteo. Junto con Pandora va una caja que contiene un secreto que no podría nunca ser desvelado. Movida por una inmensa curiosidad, Pandora abre la caja. Así se liberaron los males que atormentaría a la Humanidad para siempre.

El héroe Héracles libera finalmente a Prometeo de su castigo. Zeus, el dios supremo, acaba aceptando la irreverencia de los Titanes, permitiendo su coexistencia con los pobres mortales.