En la Antártida, zona de compleja concreción nacional, conviven trabajadores de distintos orígenes. En este limbo terrenal y sicológico, y de apariciones fantasmagóricas, el cineasta Quimu Casalprim imprime una fascinante atmósfera sokuroviana. Mientras, sus habitantes divagan en filosóficas y trascendentes conversaciones sobre las utopías, la religión o los nacionalismos. (MMF)