Con 80 años de edad Choi es un agricultor casi sordo y con cojera. Tiene un buey viejo que ha trabajado durante 30 años. Sin embargo, hay algo especial en la forma que el viejo Choi trata a este buey, que está tan desgastado que podría caer muerto en cualquier momento.
El viejo centra su atención en el buey, y a pesar de ser casi sordo interpreta cada sonido emitido por su buey como un gesto afectivo, un reproche o hasta una sugerencia. Pero un día de primavera Choi se entera de que a su buey le queda solo un año de vida, lo cual le crea un profundo conflicto.