Nowhere to Hide acompaña al enfermero Nori Sharif a lo largo de cinco años de cambios dramáticos, dando testimonio del estado de una de las zonas más peligrosas e inaccesibles del mundo: el “triángulo de la muerte”, en el centro de Irak. Lo que empieza como una narración de las historias de supervivientes y de la esperanza en un futuro mejor tras la retirada de las tropas norteamericanas de Irak en 2011, continúa cuando el conflicto con las milicias irakíes no cesa, y la población se ve obligada a huir, acompañada de la mayoría del personal sanitario.

Nori es uno de los pocos que se quedan. Cuando el ISIS avanza hacia Jalawla en 2014 y toma la ciudad, él también se ve obligado a huir repentinamente con su familia, convirtiéndose en el objetivo de su propia cámara.