Marzia sueña con la paz y la independencia. Como vive en Afganistán, sus sueños son revolucionarios. La historia de Marzia se convierte en símbolo de la lucha de las mujeres afganas: el derecho a tomar decisiones sobre su propia vida.
La película sigue la vida de Marzia desde la primavera del 2011 hasta finales de 2014, cuando se suponía que las tropas internacionales iban a abandonar Afganistán.