Lluvia sobre el cristal de una ventana, un camión de bomberos, un gato con una descendencia incontable: es una mirada que permite encuentros casuales, historias y recuerdos; pistas que Ruth Beckermann sigue por Europa y el Mediterráneo. Nigerianos en busca de asilo en Sicilia, un músico árabe en Galilea, nacionalistas pasados de cerveza en Viena, la loba capitolina y tres muchachas cubiertas con el velo tratando de cruzar una carretera concurrida en Alejandría.