En julio de 2006, la guerra en el sur del Líbano vuelve a estallar, enterrando las esperanzas de paz de toda una generación. Unos meses más tarde, Catherine Deneuve viaja a Beirut por primera vez para asistir a una gala benéfica. A pesar de que el tiempo es escaso y el viaje peligroso, la actriz emprende un viaje al sur del país junto con el actor libanés Rabih Mroué para ver con sus propios ojos cómo han quedado las zonas del conflicto.