Anna es una artista obsesionada con la invasión de dobles alienígenas empeñados en la destrucción total. Su esquizofrenia se refleja en las yuxtaposiciones de largas tomas de cámara de cine con montajes editados violentamente: espacios privados con públicos, blanco y negro con color, fotografías fijas con vídeo, sonidos ensordecedores con ángulos de cámara perturbadores…