Trabajos y experiencias colectivas de recolección y caza en una aldea de Senegal y en otra de Cataluña: unos cantan y bailan mientras faenan; otros ya no. Unos celebran la vida y la muerte a través de rituales y ceremonias; otros ya no tanto. Con una cercanía y sencillez abrumadoras, Escartín nos devuelve un reflejo doble de nuestra condición humana en un mundo en perpetua mutación. (DV)