Film Socialisme es una sinfonía en tres movimientos. Cosas así: en un crucero por el Mediterráneo viajan personajes muy diversos entre los que tienen lugar numerosas conversaciones: un policía de Moscú, un criminal de guerra, un filósofo francés, una cantante norteamericana, un embajador palestino y un ex doble agente. Nuestra Europa: una noche, una niña y su hermano pequeño convocan a sus padres ante el tribunal de su infancia y les piden explicaciones sobre la libertad, la igualdad y la fraternidad. Nuestras humanidades: visita a seis lugares que son escenario de leyendas auténticas y falsas, Egipto, Palestina, Odessa, Hellas, Nápoles y Barcelona.

Primer largometraje de Godard rodado íntegramente en vídeo en el que se aprovechan al máximo las yuxtaposiciones, contrastes y saturaciones de la imagen digital, síntoma de un tiempo desquiciado y acelerado. El autor plantea una película en tres partes, con la forma de una sonata: una primera rápida, materializada en un crucero en el Mediterráneo con distintas paradas; una segunda lenta, que implica una familia, su casa y una gasolinera en el Sur de Francia; y otra tercera, más rápida y breve que la primera, un periplo por algunos enclaves legendarios a orillas del Mediterráneo y el Mar Negro.

En la primera parte, Cosas como, Godard, Alain Badiou y Patti Smith comparten espacio con una comunidad zombi de turistas dedicados a grabar sin mirar sus imágenes, un crucero como versión degradada del Grand tour de la Ilustración. En la segunda, Nuestra Europa, una familia es visitada por dos cámaras mientras los niños debaten sobre la libertad, la igualdad y la fraternidad en una época de vigilancia continua. La tercera, Nuestras humanidades, se concentra en la frase: “la nación no es un país, es un territorio en conflicto”. La apuesta de Film socialismo es clara: mantener un ideal de civilización vivo en sus fragmentos o disfrutar del espectáculo de su desintegración.