¿Qué sucede cuando nuestra vida entera se desarrolla y se almacena en internet? ¿Lo conservamos todo o lo reemplazamos todo por su representación? ¿Somos por fin nosotros mismos, o solamente fingimos? ¿Vivimos conectados o dejamos de lado lo solos que estamos? Desde dos lugares muy diferentes (uno nihilista y otro afectivo, uno nativo y otro aprendido, ambos con mucho sentido del humor), estas dos películas exploran nuestra creciente dependencia del mundo virtual.

PROGRAMA:

0s &1s (Eugene Kotlyarenko, Estados Unidos, 2011, 83’)
Los Ángeles, 2006. Contada íntegramente a través de páginas web, juegos y redes sociales de estética dosmilera, la película sigue el viaje lleno de humillaciones y vergüenzas de su protagonista James Pongo, a la luz del descubrimiento de un fatídico suceso: ha perdido su ordenador.

FRISSON D’AMOUR (Maxence Stamatiadis, Francia, 2019, 20’)
Suzanne, con sus tenis llamativos y su plumífero de colores, es una abuela moderna. La tablet digital, los mails a las amigas y la Bitcoin no son suficientes para olvidar la pérdida de Édouard, su marido. Suzanne sigue hablándole, rodeada por las fotos de los dos que invaden su casa. En este mausoleo fantasma, un doble de Édouard se desliza dentro de la vida de Suzanne.

> Sesión no recomendada para menores de 18 años