En la primera sesión, presentaremos la segunta edición de Cinezeta - jóvenes programando, y proyectaremos una playlist de vídeos de YouTube y otras redes sociales. Dicha lista de reproducción contará con un orden predefinido, pero estará abierta a un cierto grado de intervención por parte del público. Cada uno de los asistentes dispondrá de un único derecho a veto, que le permitirá hacer que se pase al vídeo siguiente. No obstante, si los presentes agotan sus vetos, tendrán que ver los vídeos seleccionados según vayan apareciendo y de manera íntegra, por lo que tendrán que usar su voto sabiamente si no quieren arriesgarse a sufrir 40 minutos de David Bisbal bailando delante de un croma. De esta manera, se plantea un juego a los espectadores y se llevan productos de la cultura popular de Internet a un espacio del que normalmente ambos estarían excluidos. La propuesta aspira a forzar los límites sobre lo que se debe hacer y proyectar en una sala de cine, así como ofrecer un concentrado de YouTube que permita revelar su esencia y los mecanismos de los que depende su éxito, así como su importancia en el audiovisual contemporáneo. Por su parte, el veto (#EstoNoEsUnVoto) será nuestro guiño electoral en víspera de las generales.