Nos han invitado al paraíso. Un logde espectacular en la isla de Mataking, Malasia. Pero vamos a ver que muy cerca de allí, sobre los arrecifes de coral, viven los Bajau, un pueblo al que ningún estado reconoce: son los gitanos del mar. Hablamos con ellos en los palafitos sobre las aguas.

La isla de Palawan nos abre las puertas a Filipinas. Tras 10 horas de selva localizamos a la tribu de los Tau Bató. Después, disfrutamos de las playas de El Nido y allí nos convertimos en buzos, tras conseguir la licencia de Open Water.

Manila por un momento nos recuerda a Latinoamérica en su ciudad vieja, pero será sólo un espejismo. Los caminos del norte nos llevan hasta la Cordillera donde algunos pueblos cuelgan los ataúdes de sus difuntos en la pared de una montaña o en cuevas siniestras a las que nos adentramos. En la localidad de Kabayán, además, Daniel destapará sarcófagos con momias milenarias. Pero sólo se lo permiten tras aceptar un ritual en el que un chamán sacrifica varios cerdos.

Haremos una parada en la bucólica isla de Bohol antes de continuar camino hasta Sulawesi, donde la cultura de la muerte continúa. Los Tana Toraja viven para sus muertos. Nos invitan a un funeral multitudinario. Veremos las peleas de búfalos en una fiesta donde se sacrifican más de 70 de estos animales. La región está llena de recintos mortuorios, de nichos cavados en las paredes, de sacrificios y de casas pintorescas.

En las islas Togian volveremos a reencontrarnos con los arrecifes, con las playas desiertas y de nuevo, con la tribu de los Bajau, que se extiende por todo el Triángulo de Coral.