Más de 1.500 mujeres están detenidas en una prisión de Bielorrusia por primera vez. Once de ellas se han ofrecido para participar en una obra de teatro. Sus razones varían: algunas lo ven como un pequeño descanso del tedio de la vida en prisión, algunas lo consideran como terapia, y otras lo abordan como una práctica para cuando regresen a la sociedad.