El barrio Miraflores, construido en 1962 por los mismos que irían a habitarlo, es un resultado de los primeros esfuerzos de la Revolución por erradicar los barrios marginales. Una trama, que combina el documento y el análisis con la ficción, revela el conflicto entre los viejos hábitos del marginalismo y la nueva concepción de la vida.