Cristaux es un descenso real hacia un laberinto interior, que no sabemos si es orgánico o cultural. Al mismo tiempo, el filme contiene una ruptura dialéctica que inicia otras direcciones semánticas en el trabajo de Hernández. Bajo la influencia de Michel Nedjar, el cineasta abandona su método tradicional de montaje basado en los rushes. La operación es ahora completada dentro de la cámara, filmando.
Segunda película de la tetralogía Le Corps de la passion.