En palabras de Eric Caravaca, director de la película: "Carré 35 es un lugar que nunca ha sido mencionado en mi familia; es el emplazamiento de la concesión donde se encuentra la cripta de mi hermana mayor, muerta a los tres años. Esta hermana de la que nunca me dijeron nada o casi nada y de la cual curiosamente mis padres no conservaron ninguna fotografía. Emprendí esta película para llenar este vacío de imágenes. Creyendo simplemente desenredar el hilo de una vida olvidada, he abierto una puerta secreta sobre una vida que ignoraba, sobre esta memoria inconsciente que se encuentra en cada uno de nosotros y que nos hace como somos."