Lee Kang-sheng, colaborador habitual del director Tsai Ming-liang, viaja por el mundo, haciendo el rol de un monje caminante. La figura está inspirada en Xuanzang, un monje budista de la dinastía Tang que recorrió miles de kilómetros a pie entre China y la India. Así cuenta el propio Tsai Ming-liang el origen del proyecto: “Lee Kang-sheng estaba un día ensayando una obra de teatro que consistía en diecisiete minutos de lenta caminata. La forma en que movía su cuerpo con lentitud era increíblemente hermosa. Me conmovió enormemente. Quise capturar esa manera de caminar en una película, quizás mostrarlo caminando por distintas ciudades del mundo. Decidí hacer un total de diez películas que luego exhibiría en los mejores museos de arte. Le dije a Hsiao Kang: «Eres más que un actor. También eres un artista del caminar despacio»".