«La poesía de hoy, un nuevo estado de la inteligencia». Así definió Jean Epstein el arte cinematográfico a principios de la década de 1920. Un siglo después, su figura sigue siendo una de las más misteriosas y fascinantes de la historia del cine. Prolífico teórico, filósofo y alquimista de la imagen en movimiento, aplicó los principios de su pensamiento en películas de un lirismo desbordante e inagotable. Persiguió la pureza, la experiencia catártica y la sensualidad, llevando el medio cinematográfico hasta límites desconocidos. Vinculó sus trabajos con los de miembros del movimiento surrealista como André Breton y Luis Buñuel, sobre quien ejerció una profunda influencia. En noviembre, coincidiendo con el centenario de su obra maestra Coeur fidèle, Cineteca Madrid dedica una retrospectiva de nueve de sus películas a este cineasta insólito.