Desde su nacimiento, el cine ha mantenido con la literatura una relación compleja y ambigua, marcada en primer lugar por su dependencia de los argumentos literarios, y también por el deseo de la literatura de aproximarse a ese nuevo arte ligero, dinámico y libre del peso imponente de la tradición. El cine ha canibalizado a la literatura, se ha confundido con ella, ha querido disponer de su propio «lenguaje» y sus propios «autores», ha hecho de la adaptación uno de sus motivos recurrentes. Son muchos los cineastas que han querido convertirse en escritores, y viceversa. 

Cineteca dedica su programación del mes de abril a reflexionar sobre los vínculos difusos y secretos entre estas dos artes fundamentales. Bajo el título LETRISMOS, ofrecemos adaptaciones radicales, películas sobre la creación literaria, correspondencias filmadas, aproximaciones de artistas plásticos a la labor literaria… ¡Larga vida al cine y la literatura!