La documentación histórica de la Exposición Colonial Portuguesa de 1934 le sirve a Marta Pessoa como dispositivo para reflexionar sobre las estructuras de colonización que continúan operando sobre los individuos racializados en Portugal. A través de la historia de Rosinha, una de las trescientas personas que fueron sacadas de Guinea para ser exhibidas en la exposición portuguesa, se desvela el profundo racismo que subyace en el ámbito académico de las llamadas Ciencias coloniales, y su impacto en lo social y lo político hasta el presente. Las fotografías, los catálogos y la publicidad de la exposición dan paso a otros objetos como la Enciclopedia de las razas del imperio de 1943, que evidencian el nivel de fascismo imbricado en la cultura de la época y como ha impregnado la historia. (RS)