Romper el poder de los manipuladores es fruto del esfuerzo de la colaboración entre otros, de Harun Farocki y la aclamada directora de cine feminista Helke Sander.
A finales de 1960, el imperio mediático Springer inició un asalto contra el movimiento estudiantil radical alemán. Cuando el dirigente estudiantil Rudi Dutschke es tiroteado en 1968, la prensa de Springer fue culpada y se desencadenaron violentas protestas en las afueras de los edificios de la editorial, dando lugar a quema de coches y a la muerte de dos estudiantes. Filmada en medio de estos acontecimientos, la película de Sander expone didácticamente las distorsiones de la prensa de Springer y saca a relucir métodos de las nuevas formas de organización que emergen del movimiento de ocupación de los estudiantes. La primera mitad de la película, con un ritmo más lento, retrata a los burócratas del gobierno y a los empresarios con frialdad, expresando en voz alta el dogma conservador impreso en los periódicos de Springer. La película se centra finalmente en la planificación y discusión de los estudiantes y en la "contra-propaganda" dirigida contra la prensa de Springer.