En una ilustre escuela de hostelería, Luca aprende el complejo arte de servir a los demás, lleno de reglas ancestrales. Con solo 14 años y un alma rebelde, se debate entre la posibilidad de un futuro laboral en un local de prestigio, lejos del pueblo de montaña donde ha vivido toda su infancia, y la inevitable pérdida de la adolescencia que supone su incorporación a la vida laboral.