HASTA EL LÍMITE (Begoña Álvarez Rojas / España / 2016 / 5')
La vida de Lucía transcurre de manera rutinaria y tranquila. Ha llegado a una edad en la que sus días se reparten entre el cuidado de su nieto y ayudar a su hija con eso tan complicado llamado conciliación. Su vida, como la de tantas mujeres de su generación, está dedicada al cuidado de los demás. Siempre pone a todos por delante de sus propias necesidades. Incluso aunque eso suponga aplazar cuestiones importantes. “Hasta el límite” es un homenaje a mi madre y a todas las mujeres que, como ella, nos siguen cuidando y a nuestros hijos con una generosidad increíble. 

UNA MUJER FELIZ (Antonia Martín Zorrilla / España / 2019 / 15')
Ana, protagonista del cortometraje, Una mujer feliz, representa una de tantas mujeres, cuyo rol social en la familia, les ha hecho diluir su propia existencia entre el cuidado del hogar, los hijos y las obligaciones familiares; y muchas veces, las ha convertido en víctimas del egoísmo de sus propios hijos, parejas o padres. Han dejado de existir y de ser, para ocuparse de otros, a la vez que se han vuelto invisibles para todo el mundo. Este es el caso de nuestra protagonista. A lo largo de las diferentes secuencias, vamos viendo como Ana trabaja fuera y dentro de casa, que se carga con todas las responsabilidades dejando que los demás se acomoden en una vida fácil, en la que ella se ocupa de todo: cocinar, llevar a los niños al colegio, limpiar la casa, cuidar del suegro, etc. Esta situación está tan normalizada en la protagonista, que no se vive como abusiva por su parte. Ha perdido la capacidad de reconocer su dolor. No obstante, paradójicamente, la persona que se ocupa de todo y de todos, se ocupa tan poco de ella misma, que está dejando de existir y volviéndose invisible. Esta enfermedad del alma, se traduce en el cortometraje, Una mujer feliz, en una enfermedad del cuerpo: Ana empieza perdiendo la sensibilidad del mundo que le rodea (gusto, tacto, sensibilidad al dolor) para terminar difuminándose ella misma. Se trata de una enfermedad simbólica que representa físicamente ese proceso interno. En el momento en que Ana, encuentra tiempo y espacio para atenderse a sí misma, para escuchar sus propios deseos y necesidades, empieza a recuperar su existencia, empieza a “ser” de verdad, a recuperar, siguiendo con la metáfora física, la consistencia de su cuerpo. El final de la historia, alude a la dificultad –especialmente para las mujeres por su rol en la familia tradicional- de encontrar un equilibrio entre la faceta personal y la familiar. De manera que, tal vez sea necesario –como hace la protagonista- dejar que se difumine ese modelo de familia tradicional, para alcanzar uno más justo, y dentro del cual, sea más fácil lograr el equilibrio entre el desarrollo personal (creativo, artístico, laboral) y lo familiar; entre lo individual y lo social.

QUIERO SER DIRECTORA DE CINE (Andrea Casaseca / España / 2016 / 8')
"Quiero ser directora de cine" es la confesión que hace una hija a su familia a pesar de la inesperada reacción que estos puedan tener.

TRES (Miriam Larragay / España / 2017 / 7')
Arlet y Noah son dos chicas que buscan durante un viaje, en la época de recogida de marihuana, su propia libertad económica. Para Arlet lo complicado, es su papel de jefa y evitar conflictos que obstaculicen hacer lo más productivo el viaje. Para Noah será cambiar sus costumbres y lograr una buena cantidad de dinero. Ambas tendrán tiempo para conocerse más a sí mismas y confiar en su amistad.

Coloquio posterior tras la proyección de los cortometrajes.