En los Estados Unidos anteriores a Stonewall y a la teorización de conceptos como queer y cishetero, en un rincón tranquilo del estado de Nueva York, funcionaba Casa Susanna, una residencia de vacaciones que acogía a hombres a quienes les gustaba vestirse de mujeres y/o se identificaban como tales. Sébastien Lifshitz continúa con su tarea de elaboración de genealogías queer, aquí a través de un documental sobre esta comunidad pionera del cross-dressing y de las prácticas no heteronormativas. La película desprende esa sensibilidad extrema a la hora de presentar a sus protagonistas que caracteriza al director de Una niña (2020), e incluye una colección impagable de fotos y documentación gráfica sobre la vida en Casa Susanna, toda una historia en sí misma sobre la producción y circulación clandestina de las imágenes queer.