La curiosidad sobre una extraña herencia -una plomada de pesca que perteneció a su abuelo inmigrante- es lo que impulsa al narrador ficticio de este documental a viajar desde su casa de Nueva York a las calles de Tampa, Florida. Durante unos días, gracias a esa plomada y al elenco de tampeños que allí encuentra, el narrador se verá inmerso en un mundo que está a punto de desaparecer.