A finales de 2012, cuando el ejército birmano libró una guerra contra el Ejército Kachin por la Independencia (KIA), muchas empresas contratadas para trabajar en la minería del jade en la zona se vieron obligados a detener su funcionamiento. El territorio de las minas, expandiéndose a cientos de kilómetros, se convirtió en una zona de guerra. Los trabajadores de todo el país acudían a las minas de jade en el Estado de Kachin para excavar ilegalmente corriendo el riesgo de ser detenidos por los soldados o de morir enterrados por las rocas.

Midi Z presenta un documental fascinante rodado en las montañas del norte de Birmania. Para poder acceder al lugar, el director pide a los propios mineros que lleven pequeñas cámaras para grabar el trabajo diario en la mina ilegal. A partir de ese material, la mayoría inservible, edita este documental, donde apreciamos la honrosa tradición del documental social en el que los trabajadores juegan el papel protagonista.