Dos actores ruandeses y un técnico de sonido belga se reúnen en la antigua sede de la RTLM, emisora de radio clave en el genocidio ruandés de 1994, para ensayar el programa que transmitió a sus oyentes las canciones del odio que incitaron al exterminio. Con la intención de terminar de cerrar una herida aún abierta verán que, a medida que avanza el ensayo, la reconciliación no es tan fácil como creían.