El 5 de febrero de 1970, Carlos Castañeda de la Fuente intentó asesinar al presidente de la República para vengar la masacre del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco, desafiando al gobierno más represor de la historia del México contemporáneo.
Cuarenta años después, este fallido vengador y sobreviviente al castigo desmedido del sistema vaga sin rumbo por las calles de la Ciudad de México pidiendo limosna.