Carlos, harto ya de sus alumnos, de su trabajo y de responder las mismas preguntas estúpidas cada semana, cuenta las horas para salir del trabajo. De paseo por la zona de cruising de Montjuic, Carlos se encuentra allí a Toni, uno de sus alumnos en la escuela de idiomas. Distinto a la clientela habitual de un sitio como ese, Toni no es como los demás, y por mucho que trate de ocultarlo con su arrogancia típica de todo aquél que nunca ha tenido mucho éxito en las relaciones amorosas, Carlos siente algo por él.